Al periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano el éxito y el reconocimiento a escala internacional no le llegaron por arte de magia. Si hoy en día es respetado como uno de los autores más sobresalientes de la literatura latinoamericana y sus obras están disponibles en numerosos idiomas es porque él se ganó esos logros a fuerza de trabajo.
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El camino que inició este intelectual nacido en Montevideo el 3 de septiembre de 1940 para demostrar sus aptitudes literarias fue extenso y tal vez sacrificado, pero valió la pena porque le permitió construir una trayectoria sólida que sigue enriqueciendo hasta el día de hoy con nuevos materiales.
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“Los días siguientes” fue la propuesta que le permitió demostrar por primera vez su talento para la elaboración de novelas cortas. El relato surgió en 1963 y, según confesó en alguna oportunidad el propio Galeano, aunque es una historia “bastante mala” sería inútil negarla porque forma parte de su “prehistoria literaria”.
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Aunque con el paso del tiempo este escritor logró superarse a sí mismo y desarrolló trabajos más profundos y admirables, el texto que hoy Poemas del Alma ha querido recordar merece ser valorado y tenido en cuenta porque brinda la posibilidad de descubrir cómo fueron los primeros pasos de este uruguayo en el mundo de las letras.
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Poco importa a esta altura que “Los días siguientes” no haya dejado conforme ni a su creador ni a los lectores porque a Galeano ya no le hace falta demostrar su maestría literaria. Tanto su capacidad narrativa como su popularidad son innegables, razón por la cual la lectura de “Los días siguientes” debería llevarse a cabo sólo por curiosidad personal y no para juzgar su rol como novelista.
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Si consideran interesante viajar en el tiempo para conocer los inicios de este afamado intelectual, entonces no dejen de conseguir un ejemplar de “Los días siguientes”.
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El camino que inició este intelectual nacido en Montevideo el 3 de septiembre de 1940 para demostrar sus aptitudes literarias fue extenso y tal vez sacrificado, pero valió la pena porque le permitió construir una trayectoria sólida que sigue enriqueciendo hasta el día de hoy con nuevos materiales.
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“Los días siguientes” fue la propuesta que le permitió demostrar por primera vez su talento para la elaboración de novelas cortas. El relato surgió en 1963 y, según confesó en alguna oportunidad el propio Galeano, aunque es una historia “bastante mala” sería inútil negarla porque forma parte de su “prehistoria literaria”.
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Aunque con el paso del tiempo este escritor logró superarse a sí mismo y desarrolló trabajos más profundos y admirables, el texto que hoy Poemas del Alma ha querido recordar merece ser valorado y tenido en cuenta porque brinda la posibilidad de descubrir cómo fueron los primeros pasos de este uruguayo en el mundo de las letras.
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Poco importa a esta altura que “Los días siguientes” no haya dejado conforme ni a su creador ni a los lectores porque a Galeano ya no le hace falta demostrar su maestría literaria. Tanto su capacidad narrativa como su popularidad son innegables, razón por la cual la lectura de “Los días siguientes” debería llevarse a cabo sólo por curiosidad personal y no para juzgar su rol como novelista.
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Si consideran interesante viajar en el tiempo para conocer los inicios de este afamado intelectual, entonces no dejen de conseguir un ejemplar de “Los días siguientes”.
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